viernes, 15 de septiembre de 2017

Más ALTOS, más GUAPOS, y más RICOS…
Julián Álvarez. Barcelona, septiembre 2017-09-13

Se han necesitado 40 años para levantar esta España ejemplar en su multiculturalidad, que respeta la diversidad de sus partes, que unos entienden como naciones y otros regiones, pero que con el inicio de la crisis (± 2008), y el deterioro del “estado del bienestar”, políticos de derechas e izquierdas activaron el resorte emocional identitario. Y del agravio comparativo. A partir de la Diada del 2012 se ha ido imponiendo en Catalunya el relato de “España nos roba” y la catalanofobia “España no nos quiere”. Por su parte el nacionalismo catalán ha promocionado que fuera de España seremos por supuesto más altos, más rubios y desde luego más ricos. Muchos se han apuntado a esta bandera por interés (más ricos), y otros por antiespañolismo y/o antiPP (más altos y rubios). Quizás pueda parecer extravagante esta premisa sociológica, pero además de las pulsiones políticas y/o económicas, está presente el deseo simbólico de ser y parecerse más a los del Norte (de Europa), pero sin desprenderse de los atributos positivos que adornan al cálido Sur. Barcelona ha sido icono de la ejemplar simbiosis NorteçèSur que el nacionalismo pretende desterrar al Norte (más altos y más rubios).

Soy leonés (1950) pero desde 1975 vivo en Barcelona. Reniego de todo sentimiento identitario, ya sea leonés, español, o catalán. Si acaso, y hasta 2012, mi sentimiento de pertenencia ha sido para Barcelona, y concretamente los barrios de Ensanche, Raval, Las Ramblas, Barrio Gótico, y Sant Antoni. Frente al sentimiento nacionalista de pertenencia, yo profeso el individualismo autocrítico que empieza por uno mismo. Políticamente, desde que tuve edad para votar me he sentido socialista, de cabeza y de corazón, pero no de partido. De hecho, únicamente he ejercido el derecho a voto en las últimas elecciones, cuando tanto para el PSC en Catalunya y el POSE en España el pronóstico era demoledor. En esas convocatorias voté a perdedor, es decir socialista, por sentimiento pero sobre todo por coherencia con mi propia trayectoria ideológica vital.

Dicho esto, digo también que de votar mañana en unas nuevas elecciones, autonómicas o estatales, en las que el PSOE llevase entre sus medidas el invento disgregador de la multinacionalidad de España, o la de nación de naciones, o país de países, mi voto sería para Ciudadanos, el partido de Albert Rivera que defiende el sentido común y constitucional del derecho a decidir. Lo digo porque parece que ahora el PSOE nos/me propone un nuevo artefacto lingüístico que cierra la puerta delantera al “derecho a decidir” y abre el portón trasero de la multinacionalidad, de Galicia, por supuesto del País Vasco, y porqué no de Andalucía, Valencia o el Reino de León, entre otras. Acepto que Catalunya tenga más autonomía y competencias, pero como socialista soy por principios anti-nacionalista (no anticatalán). Como ciudadano que reside en Barcelona quiero que cuando se trate de decidir sobre algo que afecta directamente al conjunto de los españoles, por justicia social y legalidad democrática, sean éstos los que decidan y no únicamente los interpelados y/o interesados que residimos aquí. Por esto digo que de programarse mañana las elecciones, y sin dejar de ser socialista, votaría por coherencia a Ciudadanos.

El nombre no hace la cosa, pero como creador audiovisual y exdocente sé que la realidad evoluciona a partir del relato progresista que se instale en la consciencia de la sociedad. Todo relato novedoso se edifica a partir del uso creativo y transgresor del lenguaje, que reformula el presente y pre-determina el futuro. Parafraseando e invirtiendo el tópico popular, digo que “una palabra vale más que mil imágenes”. PODEMOS, el partido de Pablo Iglesias hace un uso inteligentemente perverso del lenguaje para arañar PODER cuando avala el derecho-a-decidir como opción de una minoría, joven y cualificada, sobre la mayoría viejuna del PP/PSOE, término éste que ¿Pablo? puso de moda y ha hecho fortuna. El apoyo intelectual de Podemos al mantra independentista derecho-a-decidir ha generado confusión lingüística y discordia social. Mi militancia se limita a preservar la propia libertad intelectual, pero me rebela el uso manipulador y perverso que se hace del lenguaje, en particular por el independentismo  con el  lifting rejuvenecedor de Podemos, para quienes el “derecho-a-decidir” se ha convertido en el “derecho de una parte sobre el todo”, retorcimiento del lenguaje que se ha instalado en la sociedad desde antes de la aparición en escena del caricaturesco y ejemplar populista Donald Trump.

Un apunte contextual para recordar que directa o indirectamente la ciudadanía catalana de izquierdas, a diferencia de la andaluza, tuvo cierta responsabilidad en la mayoría absoluta del Partido Popular al negarle el voto a los socialistas del tripartito (PSC, ICV, ERC). Aquella soterrada deriva nacionalista de ERC desde el gobierno del PSC pilotado por Pascual Maragall primero, y José Montilla después, está en el origen del boicot al Estatut que sustenta la actual demanda que ahora se reclama para decidir la secesión de una parte sobre el todo. Pero hay que recordar también el gol traicionero que el astuto Maragall le marcó al ingenuo buenismo de Zapatero con la redacción del Estatut (2004), recortado por las Cortes a petición del PP (2006), y sentenciado por el Constitucional (2010). Pero la escalada de agravios mutuos se hace especialmente visible a partir del boicot catalán a los Juegos Olímpicos de Ana Botella (Madrid 2012) por boca de Josep Lluís Carod Rovira (ERC), vicepresidente del tripartito presidido por José Montilla (PSC). Después vino el boicot al cava catalán y la operación “desprestigio nacional” se expandió al “y-tu-más” de la corrupción, ampliamente publicitada con buenos réditos de audiencia por las tvs privadas en competencia. La aparición del movimiento 15M (2011), y posterior capitalización política por los revolucionarios y docentes universitarios de Podemos capitaneados por Pablo Iglesias (2014), conforman la degradada y deprimente realidad actual de hechos y sujetos.

Parece que en la política española siempre tiene que haber un malo-malísimo que concite todos los odios y frustraciones de los ciudadanos. Hoy la consigna es “todos contra el PP”, y de paso codazos y descalificaciones a izquierda y derecha de los partidos entre sí aprovechando cualquier oportunidad de visibilidad mediática. Anteriormente los malos-malísimos fueron los socialistas que según el PP llevaron el país a la ruina económica, sin reconocer por supuesto que durante el “España va bien” de Jose María Aznar se gestó la burbuja que le explotó en la manos a Zapatero. Tanta animosidad e incomprensión general hacia los políticos, que los hay buenos y honestos, mediocres y grises sin matices, malos a conciencia y, por supuesto, muchos oportunistas interesados… Igual que en otros países del entorno, aunque en considerable mayor proporción. Pero hay que recordar/nos que esos políticos los hemos elegido nosotros, los ciudadanos y, consecuentemente, por activa o pasiva “tenemos lo que nos merecemos”.

Es ingenuo pensar que el PP habría de poner alfombra roja a los nacionalistas para un referéndum secesionista pactado, como insistentemente se le pide para encarrilar el proceso. Que puede daría como resultado el NO a la secesión, pero seguro que sería el descalabro del partido en el gobierno. Volviendo a la tesis de este texto, me gustaría que el partido Socialista, del que he sido fiel y ocasional simple votante, renuncie a la semántica creativa de la multinacionalidad, que abriría la puerta a la desbandada general, y se empeñe en avanzar hacia un Estado federal. Y claro que el partido debe rejuvenecerse, pero creo que en las próximas elecciones el PSOE/PSC no se puede permitir perder ni un sólo voto amigo a cambio de hipotéticos y revolucionarios votos podemitas.

Julián Álvarez. Barcelona, 11 septiembre 2017

martes, 4 de julio de 2017


A favor de Vimeo.com, no tanto de YouTube, y menos aún de las Redes Sociales
Julián Álvarez. Barcelona, julio 2017.


Me explico. El portal Vimeo.com aparece en noviembre 2004 y YouTube en febrero 2005. Desde entonces -2004/5- Vimeo es el portal en el que deposito mis producciones audiovisuales que suman a día de hoy algo más de 150 vídeos, según mi terminología, o películas según la de los jóvenes realizadores. Vídeos, o películas de “autor(no-comerciales ni de encargo) que van de los 3 a los 50 minutos: del experimental a la ficción, pasando por el documental, el vídeo-arte, la vídeo-danza, la animación 3D, y el egoMovie. Pero he desestimado YouTube para alojar mis producciones precisamente por su principal virtud, y a la vez defecto como contenedor de productos audiovisuales, ser el portal más accesible, menos exigente, y por tanto más popular.

En febrero 2010 inicié con la etiqueta Canal IDIOTA el envío quincenal, a los amigos y conocidos de mi libreta de direcciones (unas 600), el enlace directo y sin contraseña ni peajes de ningún tipo a un contenido de mi video-filmografía en Vimeo.com. Pero NO he pretendido con Canal IDIOTA una difusión viral a través de Internet, y no he pedido a esos amigos y/o conocidos que a su vez hiciesen de “vocero” ocasional de mis vídeos y/o películas. En consecuencia el alcance de esos mailings (en copia oculta/cco) se ha limitado a los titulares de los correos de mi agenda personal. En general tiendo a No ver esos vídeos virales que por curiosidad todo el mundo ve porque son noticia, y viceversa.  

La experiencia de Canal IDIOTA duró un año, pero ya son casi trece [2005-2017] y muchos los títulos propios alojados en: www.vimeo.com/zapatodeartista. Desde entonces los titulares de esta libreta han sufrido el irregular bombardeo de mis correos con el enlace a un nuevo vídeo, o artículo en pdf. Parece un contrasentido renunciar a la difusión viral en Internet, pero por experiencia conozco el alcance de interés que suscitan contenidos que carecen de los ingredientes básicos para ser populares en la Red: brevedad, ocurrencia, y buena dosis de idiotismo. No sé cuántos de los destinatarios en realidad se detienen a visionar mis vídeos (demasiado largos y nada divertidos), imagino que no más de un 8-10% siendo generoso conmigo mismo, lo cual tiene una explicación lógica, la edad media de los receptores puede rondar los 50, la mayoría profesionales con poco tiempo disponible para entretenerse con asuntos ajenos; otros muchos ya me conocen y saben lo que pueden esperar de uno...

En 1999 publiqué el CD-Rom interactivo que titulé con el verso del poema “Conjuro” de F.G. Lorca: “As de bastos. Tijeras en cruz”. Obra interactiva y multimedia empaquetada en un llamativo pack-acordeón de 9 cuerpos, una de las obras interactivas más avanzada del panorama nacional que se presentó en la Feria de Arte Contemporáneo ARCO’99 (Madrid). Para la promoción y venta on-line del CD-Rom creé entonces -1999- quizás la primera tienda virtual (PTV) de “autor” en España. Tienda con todos los avances técnicos, requerimientos legales, y protocolos de seguridad SET (Secure Electronic Transaction) de los bancos para las transacciones de pago y cobro por Internet. La Caixa y Banesto fueron las primeras entidades en ofrecer este servicio que utilicé con la marca “ecce-homo multimedia”. Como realizador la inversión en aquel “máster-a-mi-medida” fue una experiencia muy enriquecedora, pero como productor un rotundo fracaso económico.

En 1999 la difusión viral remitía a los “virus” que se propagaban por la red para dañar los ordenadores. Todavía no se había convertido en el actual “guirigai” patio de vecinos. En aquel prematuro Internet la pretensión de vender el novedoso CD-Rom era, por diseño y contenido, un anacronismo destinado a fracasar. El producto puesto a la venta hubiese podido llegar a miles de interesados ¡decenas de miles quizás!, que sin duda existían agazapados en la Red. ¿Cómo llegar a ellos? Por supuesto con una millonaria campaña publicitaria en los media, encargada a una agencia especializada que aconsejaría cambiar el título, también la imagen de portada, y quizás el diseño para hacerlo más comercial. Pero en tal caso los ingresos por las hipotéticas ventas no compensarían los costes de la campaña, al no estar en correspondencia los objetivos económicos con la propuesta alternativa y experimental del CD-Rom en sí. Si no eres previamente reconocido, o famoso, al que los demás buscan de motu proprio, es como si no existieses, y tu producto tampoco.

Hoy es opinión generalizada que se puede vender cualquier cosa en la Red, y es cierto. Lo que no es seguro es que merezca la pena y compense el esfuerzo y dedicación. Como en cualquier otro sector comercial, la coherencia entre lo que ofreces, cómo, dónde, cuándo, y en qué condiciones, es imprescindible para acertar con tu clientela potencial. Pretender una difusión masiva o viral para algo que nadie reclama ni te ha pedido (si no eres famoso, reconocido, o imprevisible “suceso medial”), que además no es breve ni ocurrente es, en fin, una incongruencia que sólo puede llevar al fracaso. Internet es un medio poderosísimo, del que me he servido prácticamente desde su aparición a mediados de los ’90, con gran provecho como profesional de la gestión docente, y del que desde entonces me sigo sirviendo como creador de contenidos, pero en relación a mis vídeos y/o películas, renuncio a sus hipotéticos beneficios virales y me atrinchero en juliansite.com, con expositor personal abierto al público en  vimeo.com/zapatodeartista.

“¿Dónde va Vicente…?,  ¡donde va la gente!”.
Con la aparición y desarrollo (a principios del 2000) de la Web 2.0 fui, muy al inicio de las redes sociales, usuario de Facebook y Linkedin, pero desde hace años no las utilizo y nunca he sentido interés por el telegráfico Twiter. Para comunicarme sigo prefiriendo el tradicional e-mail, que me permite pensar lo que escribo sin necesidad de abreviaturas ni emoticons. Tampoco hago uso del inevitable WhatsApp que todo el mundo utiliza, y mis amigos me insisten en que yo también debería. Dispongo de un Smart Phone de última generación, pero únicamente utilizo un 8-10% como máximo de sus prestaciones. Por supuesto un conocimiento del 80-90% sería mejor y me convertiría en un experto, pero en detrimento de lo que actualmente hago y realmente me gusta. El saber ocupa lugar...

Desde hace años mantengo activo el Blog personal El rincón del iconoclasta” para publicar textos y artículos que primero reenvío a amigos y conocidos de mi agenda personal. Pero no tengo disponible un argumentario razonado que explique o justifique mi rechazo injustificado a las redes sociales, como tampoco lo tengo para desaprovechar las oportunidades de Internet, así que me protejo de las razonables críticas asumiendo la etiqueta de Idiota (con causa). Puede que tanta oferta de apps, productos aparentemente inócuos para satisfacer la demanda generalizada de opaca sociabilidad en las redes, me predispongan a recelar de tanta unanimidad y a recular a posiciones menos expuestas a las bondades de las redes sociales. O puede que simplemente sea porque uno ya es mayor y no pretende evitarlo ni esconderlo. Por lo demás, el ordenador personal lo empleo para producir contenido, en general vídeos y textos que terminan depositados en “zapato de artista”, o “el rincón del iconoclasta”, pero apenas dedico tiempo a navegar por la Red. En más de 20 años como usuario de Internet nunca he tenido necesidad, ni interés, por bajarme ni una sóla película o música. Eso ya lo hacen otros, a los que recurro cuando muy de tarde en tarde lo necesito, pero no desapruebo que otros lo hagan.

Con la edad me he convertido en “adicto-a-callar”, o a llevar la contraria (¡un contrariador!). Una patología si se quiere infantiloide que me preserva de los incuestionables “lugares comunes” (el derecho a decidir es de los más recientes y cuestionables). Adicción paradójica, un tanto esquizofrénica que, como digo en “autoRetrato Redundante” (2005), “la defiendo porque me alimenta creativamente, y me mantiene alejado de las posiciones cómodas y conservadoras que aporta la integración”. Últimamente se habla y escribe mucho de lo vigilados y controlados que estamos por medio de los perversos algoritmos y proxis que Google, Facebook y otros utilizan para conformar nuestro perfil como rentables consumidores. No estoy preocupado por mi perfil en Google (es posible que ni me considere) y tampoco por preservar mi intimidad, que valoro relativamente, pero Sí me preocupa, y mucho, preservar mi “independencia de criterio”, cada día más acorralado y sometido a las dictaduras simplistas de los diversos “pensamientos únicos” que impulsan a diestra y siniestra los mediáticos opinadores y viralizan sus voceros.

No comparto el temor obsesivo de estar viviendo vigilados en un orwelliano estado policiáco, como si a estas alturas del progreso tecnológico pudiera ser de otra forma. Si se quiere ser y estar en el mundo a través de las redes, apechuguemos con los inconvenientes. Yo mismo, con este texto, debo esperar muchas más críticas que elogios, pero no espero exabruptos por parte del escaso centenar que, acaso y con suerte, lleguen al final de este artículo. Por éstas, y otras razones que se me escapan, voy a contrapelo del podemista progreso social, y renuncio a unirme al pelotón que abandera el Sr. Vicente (¿?). Prefiero hacer mi propio e inconveniente camino, que me aleja de unos y otros grupos sociales, pero me acerca más a las personas en singular.  

Julián Álvarez. Barcelona, 2 de julio de 2017.

portal web: www.juliansite.com
portal vídeos/películas: www.vimeo.com/zapatodeartista

jueves, 20 de octubre de 2016


GROSSO MODO: Segunda parte
Del viejo-vídeo monocanal al novísimo vídeo-digital, pasando por el cine fotoquímico, la vídeo-instalación, el CD-Rom interactivo y el DVD,  el Net-Art y el egoMovie.

Julián Álvarez. Barcelona, septiembre 2016

Breve recapitulación a la entrega anterior de GROSSO MODO. Primera Parte [no estaba previsto una segunda]. Hasta 1956 todas las emisiones televisivas, desde la primera en 1926, fueron necesariamente en ”directo” [On Air], es decir por ondas hertzianas que reproducían imágenes y sonidos pero no quedaban grabadas y se perdían en el aire. Fue en 1956 cuando tuvo lugar la primera histórica emisión de televisión ”en diferido” [pre-grabada]. Gracias al electromagnético magnetoscopio o grabador VTR [= video tape recorder] fabricado por Ampex. Pero el VÍDEO como tecnología alternativa al cine/tv., y como medio de expresión personal, nació con el portapack de Sony en 1965, de la mano del artista Nam June Paik. La Tv era/es un medio de comunicación en competencia con la radio y la prensa, en tanto que el vídeo es un medio de expresión como el teatro, el cine, o la danza. El género vídeo-arte derivó de los artistas conceptuales de los ‘60 [Fluxus y otros] que adoptaron la herramienta vídeo como opción expresiva. Pero también es la prolongación electromagnética del cine experimental y del cine de “arte y ensayo” fotoquímico. En la confrontación cine versus vídeo ambos participaron del denominador común de la tecnología “analógica”, fotoquímica en el cine y electromagnética en vídeo. En ambos la representación de la realidad era por analogía y similitud entre lo retratado y su fijación en el soporte fotoquímico o electromagnético. El texto, que puedes revisar en el blog personal Rincón del Iconoclasta, aborda asimismo la introducción del vídeo como medio de expresión en España [finales ’70, inicios ’80], a través de Barcelona como puerta de acceso a la modernidad tecnológica del vídeo. Acceso directo a ”Primera Parte” en:

El relato que propongo pretende situarte -grosso modo- en la evolución de las nuevas tecnologías audiovisuales a partir de la propia experiencia práctica como creador y autor-productor de más de un centenar de contenidos audiovisuales que van ”del viejo vídeo monocanal al novísimo vídeo digital, pasando por el fotoquímico, la vídeo-instalación, el CD-Rom interactivo y el DVD, el Net-Art y el egoMovie”. El texto es una síntesis de las introducciones a los diferentes capítulos del futuro libro o eBook, que espero ver publicado en 2017 con el explícito y largo título de: Ejemplar caso-de-estudio. El Vídeo en el quirófano, el Autor en el diván. Relato de las peripecias creativas de un leonés en Barcelona (1975-2015).

El grueso de la producción en vídeo durante los ‘80 y buena parte de los ’90 continúa siendo analógica, lo que significa que las partículas magnéticas de las imágenes electrónicamente registradas conservan punto-por-punto una similitud análoga con la realidad. Indistintamente del desarrollo de esta tecnología, y de la calidad de la cámara utilizada, era inevitable la degradación de la señal audio y vídeo cada vez que se producía una copia del material original. En la edición multicapa en los formatos profesionales de entonces, U-Matic primero y Betacam después, cada capa añadida en postproducción al original implicaba cierto nivel de degradación de la imagen y el sonido. La tecnología analógica [electromagnética] del vídeo era inevitablemente destructiva. 

Para este primer tramo del relato [del analógico al digital] te propongo una visita virtual partiendo del barrio-dormitorio de Bellvitge en L’Hospitalet de Llobregat [”¡Bellvitge, Bellvitge!”, 1978]. De la periferia nos trasladamos en góndola por la fachada acristalada del edificio entonces más alto de Barcelona [“Batlántic”, 1985]. Todo lo que sube baja y nuestro próximo destino serán las cloacas de la ciudad [“Cloaca Máxima”, 1986], de donde emergemos a la superficie al filo de una nueva década para saludar y festejar con “Frame, o la rueda de la fortuna” [1989] la caída del muro de Berlín y la incipiente revolución digital. Con “Frame...” dejo atrás el anacrónico vídeo analógico y reaparecemos en el Museo del Horror de Barcelona para concienciarnos, con “Haga luz en su cerebro” [1999], que ”las imprudencias se pagan”, según TVE. El siguiente episodio singular de este periplo incluye visita obligada a una plantación de “monigotes” en una chopera de un pueblo leonés [“Ninots/Monigotes”, 2006]. La última parada de este ecléctico itinerario virtual por contenidos videográficos propios -analógicos y digitales- será una visita a ARCO para contemplar un artístico zapateado [“Zapato de artista”. 2009]. 
 
El año 1989 fue emblemático en la historia reciente europea por la caída del muro de Berlín y otros históricos acontecimientos. Entrábamos entonces tímidamente en la era digital. Algunas empresas audiovisuales -pocas todavía, varias en Madrid y Barcelona- ofrecían servicios digitales de grabación con Betacam Digital y postproducción de alta gama [Harry, Paint Box, Encore] para la publicidad de impacto a precios astronómicos y exclusivos [± 200.000-250.000 pts/jornada = 1.700€/jornada/8-10h]. “Frame, o la rueda de la fortuna” [1989] es mi primer corto enteramente digital “dedicado al Cine, al Vídeo digital y al año 1989”. Corto producido con la colaboración técnica de Fimtel [postproducción] y Animática [imagen de síntesis 3D], ambas empresas punteras a nivel europeo. Con la tecnología digital España se puso a la altura de los países más avanzados, sobre todo en producción y postproducción publicitaria.  
A diferencia del vídeo analógico, que es destructivo, el vídeo digital NO lo es [destructivo]. La tecnología digital transforma los valores lumínicos de la realidad documentada en valores definidos por series abstractas de ceros [0] y unos [1], valores que en la pantalla recuperan su aspecto análogo a esa realidad registrada. A diferencia de la tecnología analógica -electromagnética-, que permite un nivel tosco de retoque de la imagen, la digital, al no ser destructiva y actuar sobre cada uno de los puntos [pixels] de la imagen admite niveles máximos de manipulación y sobreimpresión multicapa.
Cada día es más frecuente la presencia del vídeo en galerías y museos. Entre las múltiples formas que puede adoptar para mostrarse en los centros principalmente de arte contemporáneo, además de la socorrida vídeo-proyección o monitor, que sigue el esquema tradicional del cuadro colgado en la pared, destaca sobre todo la vídeo-instalación en sus múltiples variables, siendo cada vez más frecuente la versión multi-canal en la que dos o más contenidos audiovisuales, procedentes de varios canales de proyección, convergen en una única propuesta expositiva. Así fue con la vídeo-instalación en forma de tríptico/retablo “SER DIOS. Modelo Ejemplar” [Museo de Arte Contemporáneo DA2. Salamanca, 2008], instalación o tríptico en la que confluyen 3 vídeos de 3 canales de proyección, combinándose aleatoriamente la semana santa de Sevilla [“Santa Sevilla”, 1993], la de Calanda_Teruel [“El último suspiro”, 1994], y la de Verges_Girona [“La danza de la muerte”, 1995], dedicadas respectivamente a Lorca, Buñuel y Dalí

Diferente es la multi-pantalla, en la que a través de un único canal de proyección se exhiben diferentes contenidos empaquetados en un único vídeo monocanal. Menos frecuente es la vídeo-escultura, en la que el dispositivo vídeo conforma la pieza escultórica que reclama ser contemplada en su tridimensionalidad. Cada una de las diferentes modalidades de empaquetar el contenido vídeo en un contexto expositivo implica necesariamente una forma diferente de consumo. Sólo cuando en los museos en los que se facilita un espacio acotado con asientos que el visitante ocupa, y cierta intimidad, éste se convierte en espectador a la manera en que también lo somos en el cine o el teatro. O bien cuando el visitante se acomoda delante de un cuadro para contemplarlo. En las otras modalidades de “ver” la vídeo-instalación, y sobre todo la vídeo-escultura, la mirada está “linkada” al movimiento del visitante, en detrimento de la mirada contemplativa del espectador. Quien asiste a un museo o evento expositivo asume con naturalidad su condición de visitante, y es responsabilidad de la “obra” llamar la atención [del visitante] y provocar su interés para atraparlo como espectador.

Algunas de las consideraciones relativas a mi particular y heterodoxa forma de grabar en vídeo cámara-a-mano, aludiendo al dicho popular “si es con barba San Antón, y si no la Purísima”, no son en absoluto pertinentes cuando una bobina de película cinematográfica de 16 ó 35 mm. permite 10 minutos de rodaje, cuesta un dineral, se ha de revelar y positivar en laboratorio, y no puedes ver el resultado hasta un par de días después, al menos así ha sido durante los ‘80 y buena parte de los ‘90. Personalmente no me permito tal frivolidad en un rodaje con película cinematográfica que en sí mismo implica una retórica de producción muy engrasada para que cada imagen sea buena y sólo se repita para mejorarla.

En 1984, cuando tuve ocasión de producir y realizar mi primer corto cinematográfico en 35mm., la modernidad tecnológica era electromagnética y el pasado fotoquímico. La vanguardia artística pensaba en  vídeo y en su especificidad para articular propuestas al margen o contra el cine y la tv. La precariedad y primitivismo del propio sistema, entonces nueva tecnología [= vídeo], ofrecía un repertorio limitado de imágenes específicas del formato que se pusieron rápidamente de moda. Sus propias y específicas limitaciones se ofrecían como atributos del nuevo medio. Era la revolución del vídeo que liberaría al ciudadano de la dependencia al cine y la tv, que había llegado para democratizar la sociedad. Después vendría la revolución digital y más recientemente la de internet. Con el vídeo -se decía- sería mucho más fácil y económico hacer tus propias películas. El cine, como la tv, eran medios de entretenimiento alienantes a los que había que enfrentarse y combatir, unos con el “arma” de la nueva tecnología y otros menos belicosos y más creativos con el “lápiz” del vídeo-arte. El cine experimental en Super-8, 16 ó 35 m/m se retiró progresivamente en favor del nuevo soporte electromagnético, más barato y reutilizable, que en 1965 el artista coreano Nam June Paik puso de moda con el primer e histórico portapack de Sony.

Yo nací a la realización y producción audiovisual con el vídeo “!Bellvitge, Bellvitge¡” [1978] sin pasar por el Super-8, directamente con el histórico portapack de Sony, uno de los primeros equipos portátiles existentes en Barcelona. Seis años después, en 1984, el corto “Imágenes de un bombardeo” [1984] fue mi primera experiencia propiamente cinematográfica con el prohibitivo 35m/m. Corto que mereció el “Primer Premio de Ficción” [ex aequo] en el Certamen Internacional Cortometrajes de Bilbao, 1984. Paradójicamente “¡Bellvitge, Bellvitge!” resultó ser un documental en formato vídeo narrativamente próximo al lenguaje cinematográfico, en tanto que “Imágenes de un bombardeo” fue un avanzado experimento cinematográfico más propio del vídeo-arte de mediados de los ‘90 que del cine experimental de los ‘80. Mis dos experiencias audiovisuales primigenias en vídeo [1978] y cine [1984] nacen a contrapelo de la modernidad oficial y contradiciéndose entre sí.

El cine de “arte y ensayo” de los años pre-videográficos era la forma audiovisual que mejor resolvía las inquietudes artístico-especulativas de los creadores que buscaban una solución original a sus propuestas teóricas e ideológicas enunciadas como ensayos audiovisuales, entonces necesariamente en soporte cinematográfico. Las imágenes debían ilustrar, directa o indirectamente, los conceptos teóricos, o tesis, que la película pretendía comunicar. “Imágenes de un bombardeo” plantea metafóricamente la tesis de que el individuo pro-Gutemberg [pre-digital] está neuronalmente conformado por la linealidad discursiva del lenguaje y su competencia en el uso de la palabra, hablada o escrita. A mayor competencia discursiva menor capacidad de abstracción visual espacio-temporal, como es notorio en el uso de los gráficos por ordenador y en los vídeo-juegos, donde los jóvenes son más hábiles y demuestran tanta destreza como torpeza los adultos, esclavos del verbo y el renglón literario.

Con la popularización definitiva del vídeo en los ’80, y la expansión generalizada de la imagen se impone la frase tópica -que no comparto- de “una imagen vale más que 1000 palabras”. Gana McLuhan, pierde Gutemberg. En los ’90 el vídeo ya era “el pan nuestro de cada día” y el cine recupera parte del prestigio social perdido en la década anterior. Los jóvenes españoles que han nacido con la tv y el vídeo en casa descubren en los ’90 el cine fotoquímico y encuentran fascinante la gran pantalla y la sala oscura. Hoy son los jóvenes cinéfilos, educados por prestigiosos guionista-predicadores quienes dirigen las películas y triunfan con guiones bien armados pero con espíritu trasplantado de Hollywood.
La confluencia de la tecnología vídeo y la danza contemporánea aparece en Europa a finales de los ’80. La vídeo-danza se puso de moda en Barcelona a principios-mediados de los ’90, siendo Francia el gran valedor del género. “El Ring” [1988] espectáculo teatral multimedia estrenado en el “Mercat de les flors” de Barcelona fue, en su versión como vídeo-danza [1989], internacionalmente reconocida y premiada. En 1994 un vetusto y diáfano local destinado a convertirse en plató de la nueva Escuela de Vídeo-Cine-Tv del IDEP [Barcelona], de la que era su director, me suscitó el deseo de “aprovecharlo” antes de que entrasen los operarios para adecuarlo a los nuevos usos docentes. Espacios que me interesaron en otras ocasiones por diversas razones dieron lugar a obras site specific que forman parte de la serie “Barcelona, la ciudad como pretexto”. Son a veces los propios lugares los que me invitan a ocuparlo con una “acción” cuyo argumento me viene sugerido por el propio espacio. Así fue con la ficción coreográfica “You’re Dead, Man” [1994] en la que “Malabares Hat“ protagoniza un espectacular The End al ritmo del centenar de impactos de bala de su amante La Poli. Y pieza site specific es el corto “La ecuación del vértigo” [1992], viaje iniciático en góndola por la fachada acristalada del Banco Atlántico [hoy Banc Sabadell] en la confluencia Diagonal/Balmes.
Toda película es -por definición- cinematográfica, pero unas lo son más que otras Recuerdo con satisfacción aquellas sesiones dominicales en los cines de mi pueblo a principios de los ’60 cuando de pronto la proyección se interrumpía, siempre en el momento más inoportuno, por fallo en el arrastre de la película y el fotograma, atrapado en la ventanilla del obturador, se quemaba con el consiguiente disgusto del público que con sus pataleos y silbidos alertaba al proyeccionista del percance. Éste rápidamente apagaba la lámpara cuya potencia calorífica originaba la inevitable combustión en directo del fatídico fotograma. En recuerdo de aquel cine y sus inesperados “interruptus cinematográficos”, hoy imposibles, “La película más cinematográfica” [2015] es mi personal homenaje. Tributo experimental que remite a la esencia misma del término semántico película, es decir al soporte físico sobre el cual se impresionan las imágenes y sonidos que ilustran la historia. 
A pesar de la puntual excursión al siglo XXI [2015] con motivo de “La película más cinematográfica”, regreso nuevamente a mediados-finales del siglo pasado para considerar la llegada de un nuevo soporte informático. Hoy ya nadie utiliza el interactivo y multimedia CD-Rom, cuya aparición en la segunda mitad de los ‘90 supuso un avance considerable en la comunicación interactiva, y un nuevo reto tecnológico personal para avanzar con las nuevas posibilidades creativas que aporta la informática, la programación y los nuevos paquetes de software para manejar interactivamente texto, gráficos, fotografía, audio y vídeo. Empaquetado en un sofisticado pack desplegable, “As de bastos. Tijeras en cruz” [1999] fue mi primera producción multimedia en CD-Rom. Obra que puse a la venta, con escaso éxito comercial, en la personal y pionera tienda virtual “de autor” As de bastos. Tijeras en cruz.
Algunos de los nuevos desarrollos tecnológicos quedan desfasados en un tiempo muy breve. Cualquiera que haya actualizado 2 ó 3 veces el sistema operativo de su ordenador es muy probable que ya no pueda leer los contenidos de los CD-Rom´s antiguos. Así ha pasado con “As de bastos. Tijeras en cruz”, obra pionera avanzada en España a su tiempo que formó parte de la programación de ARCO’99, hoy pieza de coleccionista. Al soporte CD-Rom [700Mb] le sucedió en poco tiempo el DVD5 [4.5Gb] con mucha mayor capacidad de almacenamiento y mejor calidad de imagen y sonido. Soporte informático que aparcó definitivamente al CD-Rom y al electromagnético y universal VHS, hasta entonces el rey de la casa. Los atributos del CD-Rom basados en la informática y la programación interactiva se trasladaron al DVD con programas específicos de autoría que a través de un menú permiten acceder aleatoriamente a los contenidos. Esto que hoy es el pan nuestro de cada día fue entonces un avance espectacular y revolucionario.
El DVD expulsó del mercado al VHS y al CD-Rom por obsoletos. Las unidades de estado sólido, o dispositivos SSD [Solid-State Drive] a su vez están desplazando hoy al DVD y el Blue-Ray Disc como soporte para “empaquetar” contenidos digitales. Internet es hoy, por encima de todo, el medio de comunicación por excelencia, en competencia con la radio, la prensa y la tv. Es el media más integrador, versátil y universal de todos; es el media de todos los medios. Pero también es, en menor medida, un medio de expresión específico cuyas obras -virtuales- se etiquetan como Net-Art [Arte en la Red]. Obras compuestas de materiales necesariamente digitalizados y articulados interactivamente con Dreamweaver y el reconocido software de animación de gráficos vectoriales Flash, hoy fuera de uso y mercado.  
La aparición de toda nueva tecnología suscita el interés de las vanguardias para articular propuestas a partir de su especificidad, como en su momento sucedió con el vídeo. A finales de los ‘90 algunos artistas internacionales crearon las primeras obras específicamente de Net-Art para ser publicadas en la Red. Una vez más la voluntad de aprender y acoplarme a la vanguardia de Internet desde la experiencia práctica derivó en la producción de obras interactivas con los paquetes de software más emblemáticos de aquel final/principios de siglo. Primero fue el interactivo de Net-Art “A-A” [2000], a partir del poema del artista catalán Carles Santos, que expresa las múltiples combinaciones de formular nuestra singularidad “cámara-a-mano”. En mi particular versión para internet, “A-A” se transforma en la película interactiva de un poema cuyos versos al ser activados ejecutan movies que reformulan el poema original a partir del vídeo, el sonido y el grafismo. En su versión original, el poema  “A-A” fue la contribución personal de Carles Santos al “Primer Concurso de Cámara-a-mano” que tuve ocasión de organizar y dirigir con la colaboración de la Caixa en el Institut del Teatre de Barcelona en 1987.
Dos años más tarde, en el 2002, se puso de rabiosa actualidad mediática, principalmente en Tv, los bombardeos de la guerra de Irak. El deseo de seguir explorando las posibilidades narrativas y creativas del lenguaje interactivo y multimedia me trasladó conceptualmente al corto “Imágenes de un bombardeo” [1984]. Con algunas de las imágenes y sonidos originales que formaron parte del corto de ficción sobre los bombardeos de Barcelona de 1938, y otros materiales, creamos entonces la nueva versión para internet de “Imágenes de un bombardeo” [2003], que mereció el premio “Möbius Barcelona Multimedia a la mejor aplicación artística”. La guerra de Irak fue el pretexto, y el corto de ficción el argumento al que recurro para re-pensar y re-escribir, con Dreamweaver y Flash, la nueva versión que se desprende de la linealidad discursiva del vídeo monocanal y se despliega interactivamente en un registro narrativo más documental que ficcional, y en sintonía con lo que hoy se conoce como docuweb, o web documental.
Para evaluar aquellas producciones web con contenidos dinámicos de finales del anterior siglo, recordemos que para gran parte de los internautas el ancho de banda era tan solo de 56 Kbit/s, lo que limitaba el peso de los archivos SWF de Flash a un máximo aconsejable de 1Mb. Sin duda hay un antes y un después de Flash, que hizo posible la creación y publicación en la Red de “películas” interactivas con gráficos animados de gran impacto visual. Si con las producciones de Net-Art nos elevamos en su día al “limbo” que llamamos Internet, en el último tramo de las peripecias creativas de este autor-narrador desciendo a la dimensión física de lo real para rescatar la prosa de la cámara-a-mano. Ya no se trata de mini-cámaras en los puños de los bailarines-boxeadores [“El Ring”, 1988/89], ni de alargar el brazo del operador para conseguir imágenes singulares como las de “Santa Sevilla” [1993] con la pértiga telescópica “FishCam”. Se trata de volver a empuñar la cámara y regresar a la proximidad epidérmica del tú-a-tú, opción que en 1997 me proporcionó la novísima mini-cámara digital DvCAM DSR-PD1P de Sony con visor reversible. Los vídeos que conforman la serie egoMovies comparten imágenes registradas en distintos momentos y lugares con la cámara DvCAM PD1P, así como la alternancia del punto de vista objetivo y subjetivo del operador cámara-a-mano que es, al mismo tiempo, cámara y sujeto protagonista de la acción: egoMovie: Película o grabación de imágenes en movimiento que uno hace de sí mismo encuadrándose en primer término y relegando al fondo todo lo demás
Los egoMovies se fundamentan en la opción pionera de la mini-cámara digital Sony con visor reversible, y de su versatilidad operativa cámara-a-mano que permite “empuñarla” como si se tratase de una pistola, lo que me resulta especialmente atractivo y coherente con la idea simbólica de “atracar y robar” instantes de la vida del prójimo para nutrir y enriquecer la de uno mismo. Ninguno de los egoMovies fueron en el momento de su grabación previamente “pensados” y tampoco premeditadamente “queridos”. La grabación de las imágenes que conforman estas obras no se corresponden con el año de edición de las mismas. En “Mañana en la batalla…”, por ejemplo, las imágenes fueron registradas en 1998, durante un viaje en tren, pero el vídeo se editó cinco años después, en el 2003. Los egoMovies son películas obviamente de uno mismo, o del Autor si se prefiere, pero las premisas de grabación auto-impuestas desbordan, y también limitan, el marco conceptual del autorretrato. Al ser la cámara operada por el autorretratado, las opciones de encuadre están limitadas por el propio brazo con el que se auto-registra. La caligrafía de la cámara-a-mano renuncia a la letra de molde y se decanta por la escritura visual “a-mano-alzada”: el diafragma en automático, el encuadre en angular, y el foco en infinito. En cualquier caso son éstas unas coordenadas que me he dado a mí mismo para dotar de coherencia formal a la serie. Derivado de este hacer y discurrir egoCéntrico, reivindico la centralidad creadora y autoría del operador camara-a-mano.
Llegados a este punto recapitulo para inventariar las acciones que me han conducido hasta las actuales egoMovies. Las producciones agrupadas bajo esta etiqueta cierran el círculo de un viaje experiencial cuyo denominador común ha sido la cámara-a-mano, que se inició con ”WSNS” [1984] y se cierra con ”Belchite” [2006]. Entre estos dos títulos un total de 13 vídeos monocanal, el dispositivo técnico FishCam [1990], y varios espectáculos en directo. Todas las producciones que conforman ”la cámara-a-mano como extensión orgánica del cuerpo del operador” tienen en común una utilización experimental y expresiva de la cámara. La cámara-a-mano en radical oposición a la cámara-al-hombro. La cámara como prótesis adaptada al puño de un bailarín-boxeador [”El Ring”]. La cámara acoplada a una pértiga prolongación del brazo del operador [FishCam]. El operador cámara-a-mano  protagonista de la acción [egoMovie]. Esta particular forma de entender la cámara-a-mano se aleja radicalmente del ”catecismo Dogma 95”, de Lars Von Trier.
La serie concluyó oficialmente en 2007, pero algunas de las obras videográficas más recientes, en las que aparece como novedad el espejo formando parte de la escena [”David Nebreda, frente al espejo”. 2013], el egoMovie se expande al implementar las opciones retórico-narrativas de la cámara frente al espejo. La cámara deja de ser la amenazante pistola para convertirse en la cámara que se ve a sí misma y, por extensión, todo lo que la rodea. Todos los elementos de la escena,  delante y detrás quedan consignados como fragmentos de una realidad total acotada. En el egoMovie se alternan el plano subjetivo y el objetivo, pero ”frente al espejo” todo aquello que interviene en la grabación se integra en un único plano. En ”David Nebreda, frente al espejo” la cámara instalada en el trípode registra todo lo que acontece delante y detrás. Delante Javier Panera que nos habla de David Nebreda. Detrás el autor-realizador-entrevistador-cámara que se refleja en el espejo compartiendo plano con el entrevistado. En el vídeo conviven dos realidades superpuestas: la realidad ”directa” de la cámara y la ”especular”  reflejada. Ambas confluyen en un único plano donde lo principal y secundario viene determinado por la retórica del encuadre y la acotación del espejo.
El espejo está asimismo presente con mayor relevancia si cabe en el retrato del pintor y psicoanalista Francesc Puntí: ”¡El Arte o la Vida!” [2015]. En esta modalidad de grabación de ”realidades especulares entre corchetes” la cámara se instala en la observación notarial de lo que ocurre delante y detrás. En primer término el psicoanalista. En segundo plano, la cámara y el operador. Al fondo alguien [Rosa Puig] se afana ordenando y fotografiando cuadros como foto-fija. Actividad ésta consignada en el montaje en la doble vertiente de testimonio notarial y como autora de las imágenes que en postproducción formarán parte de la película documental ”¡El Arte o la Vida!”.

Vimeo.com aparece en el 2004, y desde entonces ha sido el portal en el que he depositado on-line mis producciones que a día de hoy suman más de un centenar de vídeos [según mi terminología, películas en opinión de jóvenes realizadores]. Vídeos, o películas no comerciales, de Autor, que van de los 3 a los 50 minutos, y de todos los géneros. Aprovechando la versatilidad de Vimeo, en febrero 2010 inicio con la etiqueta Canal IDIOTA el envío, más o menos quincenal, a los “amigos y conocidos” de mi libreta de direcciones el enlace directo y sin contraseña a un nuevo/viejo contenido de mi videofilmografía [1978 -2016]. En ningún caso he pretendido una difusión viral, y no he pedido a esos amigos y/o conocidos que hiciesen de ocasional “vocero”. En consecuencia el alcance se ha limitado a los titulares de los correos de mi personal address book.

La experiencia de Canal IDIOTA duró un año. Desde entonces los titulares han sufrido irregulares envíos. Parece un contrasentido renunciar a la difusión viral de Internet, pero por experiencia conozco el alcance de aquellos contenidos que carecen de los ingredientes básicos para ser populares en la Red: brevedad, impacto y ocurrencia. Pretender una difusión masiva o viral para un contenido que nadie te ha pedido [si no eres famoso, reconocido, o imprevisto “suceso” medial], que además no es breve ni ocurrente sólo puede llevar al desengaño. Internet es un medio poderoso, del que me he servido desde su aparición como profesional de la docencia, y del que me sigo sirviendo como creador de contenidos audiovisuales, pero renuncio sin embargo a las redes sociales [Facebook y otras], a sus dudosos me gusta, y a sus exponenciales beneficios “virales”. Así que seguiré agazapado en el portal personal www.juliansite.com, con expositor permanente abierto al público y atención personalizada en www.vimeo.com/zapatodeartista.

Este permanente discurrir en paralelo con la tecnología más contemporánea se lo debo en parte al paraguas de la desaparecida en julio 2008 Escuela de Vídeo-Cine-Tv, 3D & Multimedia del IDEP [Barcelona], de la que fui responsable durante 27 años [1981-2008]. La Escuela implicó por mi parte una esquizofrénica actividad de docencia, de gestión y promoción académica, de realización y producción de mis propios contenidos audiovisuales que me servían de ”auto-formación contínua” y contacto directo con la industria del vídeo, el cine, y la televisión. La oportunidad de confrontar el compromiso profesional académico, y mis propias necesidades creativas de experimentar y aprender cosechando errores, han conformado mi identidad como Autor y persona. En este marco de libertad creativa y compromiso profesional se fraguó buena parte de la videofilmografía, y otras producciones, que motiva este preliminar relato GROSSO MODO. Segunda parte.

Si has llegado hasta aquí, muchas GRACIAS por la atención...

 JULIÁN ÁLVAREZ. Barcelona, septiembre 2016.

Contenidos relacionados por orden de aparición y que puedes ver en Vimeo.com

¡BELLVITGE, BELLVITGE! [1978]   https://vimeo.com/12972293
BATLÁNTIC [1985]   https://vimeo.com/9474213
CLOACA MÁXIMA [1986]   https://vimeo.com/19363469
FRAME, O LA RUEDA DE LA FORTUNA [1989]   https://vimeo.com/16650945
HAGA LUZ EN SU CEREBRO [1999]   https://vimeo.com/11850842
NINOTS / MONIGOTES [2006]   https://vimeo.com/9374002
ZAPATO DE ARTISTA [2009]   https://vimeo.com/8636534
TRÍPTICO SEMANA SANTA [ VÍDEOINSTALACIÓN]   https://vimeo.com/159469826
IMÁGENES DE UN BOMBARDEO [1984]   https://vimeo.com/14245682
EL RING [1989]   https://vimeo.com/15894200
YOU’RE DEAD, MAN [1994]   https://vimeo.com/29800229
LA ECUACIÓN DEL VÉRTIGO [1992]   https://vimeo.com/9451736
LA PELICULA MAS CINEMATOGRÁFICA [2015]   https://vimeo.com/156978598
A-A. POEMA-MANIFIESTO [2002] [NET-ART]
IMÁGENES DE UN BOMBADEO [2003] [NET-ART]
SANTA SEVILLA [1993]   https://vimeo.com/10312234
MAÑANA EN LA BATALLA… [2003]   https://vimeo.com/15878758
FIGURA CON PAISAJE AL FONDO [2004]   https://vimeo.com/15880154
autoRETRATO REDUNDANTE [2005]  https://vimeo.com/15881931
W.S.N.S. [1984]   https://vimeo.com/14193973
BELCHITE [TE GUSTE O NO] [2006]  https://vimeo.com/15170363
PROTOTIPO FISHCAM [1993]   https://vimeo.com/17865680
DAVID NEBREDA, FRENTE AL ESPEJO [2013]   https://vimeo.com/78466721
¡EL ARTE O LA VIDA! [2015]   https://vimeo.com/126071962