miércoles, 13 de julio de 2011

ENTREVISTA A ROMÀ GUBERN

Romà Gubern: CINE-VÍDEO-TELEVISIÓN

(Entrevista publicada en la revista mensual “Casablanca”. Julián Álvarez.Madrid, enero 1982.)

Sin duda la expresión más genuina de nuestro tiempo es el VTR (Video Tape Recording), más conocido como “vídeo”. Y lo es por sus acotaciones específicas que le diferencia de los otros medios espacio-temporales conocidos hasta ahora: cine, tv, teatro, etc.
Algunos, pocos todavía, reivindican el vídeo como un medio de expresión específico. Para éstos el vídeo no es cine ni es tv, aunque en la práctica cotidiana pueda confundirse con ellos, sino que es una “nueva” forma de expresión nacida de la unión entre el cine (lenguaje) y la tv (técnica). La “criatura” -dicen- ha de modelar su propia identidad desembarazándose de paternalismos filiales, tal como anteriormente ocurrió con el cine respecto al teatro y la fotografía, y a ésta respecto a la pintura.

Otros, en cambio, opinan que la criatura ha salido a su padre: la Tv. Para éstos, además, al bebé ya le apuntan bigotes, pues su fecha bautismal data de 1956, año en que la Ampex Co. fabrica el primer video tape recording, el cual adoptan todas las televisiones como sistema propio de registro (hasta entonces las televisiones utilizaban el kinescopio -sistema cinematográfico- para “conservar” la señal vídeo, para que las transmisiones en directo no se perdiesen en el aire una vez emitidas). Para los otros, en cambio, el bautismo le llega al vídeo en 1965, cuando N. J. Paik pasó por el televisor del “Café-au-Gogo” del Greenwich Village (New York) la primera grabación efectuada con el portapack de Sony (cámara y vídeo portátiles). Obviamente para unos y otros el concepto de vídeo es distinto, para los primeros es un medio de expresión, para los segundos es pura y simplemente el sistema de registro utilizado por la tv desde 1956.

Paralelamente a esta polémica vídeo/tv está, además, la ya clásica competencia cine/tv y, más recientemente, la del cine/vídeo. En definitiva, la eclosión del vídeo en el campo de los audiovisuales supondrá en el futuro, está suponiendo ya, una progresiva remodelación de los roles de estos medios entre sí, y entre ellos y la sociedad. Para hablar de todo ello nos hemos desplazado a la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de Barcelona, donde Romà Gubern, escritor, profesor y teórico de los medios de comunicación de masas, tiene su cátedra de Historia del Cine. A él le preguntamos:

¿Qué diferencias señalarías tu entre el vídeo y la tv?

Bueno, generalmente se entiende por vídeo la fijación electrónica de imágenes y sonidos en movimiento, bien sobre soporte de cinta de óxido de hierro, bien sobre disco. La diferencia es que la tv es la terminal polifuncional que el vídeo utiliza y que ha heredado de la tv aérea o hertziana. Por consiguiente nos encontramos con que el magnestocopio, disco, o videocassette utilizan una tecnología -electromagnética- anterior a la introducción en el mercado de los reproductores-grabadores que definen al vídeo como tal. Naturalmente, de la utilización del televisor doméstico se derivan consecuencias de tipo estético, de tipo semiótico, de tipo social. Por consiguiente habría que hacer esta distinción entre imagen fotoquímica e imagen electrónica y tener en cuenta que la tv, que se inventó para la comunicación inalámbrica o hertziana a través de las ondas electromagnéticas, ha tenido una expansión tecnológica porque es un mueble doméstico polifuncional, una de cuyas aplicaciones es justamente la de servir de terminal a mensajes de vídeo grabados en cinta o en disco o por otros procedimientos que sean electrónicos, pero no fotoquímicos.

La vídeo-euforia que estamos viviendo ¿está programada por las multinacionales?

Todo medio nuevo suscita entusiasmos y literatura, y añadiría mala literatura. Por ahí te encuentras manifiestos sobre vídeo a veces delirantes, de gentes que no han estudiado que pasó cuando la fotografía surgió, cuando surgieron lo otros medios. Hay algunos que sostienen que el vídeo es un medio casi mágico, y realmente utilizan un lenguaje casi religioso para hablar de él.

Esto por una parte, y por otra, claro está, lo que tu apuntas y es que las grandes multinacionales, que son las que controlan la producción de tecnología vídeo, les interesa caldear el ambiente, propiciar esta expectación, alentar esta mística del vídeo porque esto naturalmente favorece sus intereses. En este sentido yo diría que esta mística del vídeo que hay actualmente es el producto de una doble convergencia, la del entusiasmo de ciertos “iluminados” que han descubierto el vídeo como un nuevo juguete electrónico, y la sagaz estrategia publicitaria de las multinacionales que explotan dicho entusiasmo.

¿No es un poco absurda esta voracidad por registrarlo y almacenarlo todo?

Esta voracidad iconofílica de la gente de fotografiarlo todo, grabarlo todo, lo ha tocado bastante bien Ruvent de Ventos en su último libro “La modernidad”. En él señala que los medios de comunicación de masas están reemplazando la experimentación directa del mundo por la información de este mundo, es decir reemplazamos la sensorialidad por el dato. Evidentemente hay un fenómeno de ruptura grave. Cuando lees las prospectivas utopistas de los comunicólogos que te hablan de que la futura ciudad será toda cableada y en cada casa habrá una terminal de tv, de gran pantalla, y que no habrá que salir casi a la calle porque todo lo harás desde casa, y el abogado no recibirá en su despacho sino que recibirá a los clientes por teleconferencia, etc. Bueno, pues todo este modelo utópico o futurista está basado en la ley del mínimo esfuerzo físico, que es una ley que rige en los animales y en las personas, pero implica una gravísima mutilación. Es como si te dijese que no hay por qué tener flores naturales en casa pues ya tenemos fotografías de ellas. Imagínate, si este modelo social utópico se generaliza significará que el niño ya no va a la escuela porque tiene la tele-escuela en casa. ¿Que la tele-escuela tiene la ventaja de que un maestro puede suministrar la lección a dos millones de niños simultáneamente? Evidentemente, pero claro, el niño se socializa pegándole patadas a otro niño en el patio, dándole patadas a la pelota, en cambio la imagen de un niño socializado a través de un tubo de rayos catódicos es un poco terrorífica, supone una mutilación, una amputación que afectará a todos los niveles de la vida cotidiana (1).

En qué términos se plantea la competencia cine/vídeo-tv?

Hay una situación de competencia comercial muy acusada de la tv hacia el cine. Las estadísticas últimas que he leído, que son de hace cuatro o cinco años, indican que el 52% de los españoles ya no van nunca al cine. Evidentemente esta contracción del mercado del cine es debida en gran parte a la tv, junto con otros factores como el automóvil y el week-end, etc. En cuanto a la tv, las cifras indican que en Europa occidental ya hay más de un tv por cada cuatro habitantes, es decir que hay un televisor por familia y los datos estadísticos que recuerdo de consumo televisivo en España son de 3 horas diarias por habitante, lo cual significa que el tiempo de ocio, promediado sobre unas 6 horas diarias están en su 50% ocupadas por la tv. Ahora bien, si entendemos por cine cualquier forma de exhibición de imágenes en movimiento, evidentemente el televisor sería una terminal que permite también la fruición cinematográfica. Entonces, cuando se habla de la crisis del cine, hay que tener muy claro que se habla de la crisis del cine entendido como forma de comunicación comunitaria en grandes salas, pero no el cine en general, porque justamente la casa Kodak fabrica hoy mucha más película virgen que hace 50 años debido a la enorme expansión de uso de la imagen fotoquímica. Es decir la competencia comercial entre el cine y la tv es cierta, es real, es objetiva. Otra cosa es saber hasta qué punto la tv puede suplir todos los roles que el cine cumple hoy.

Hoy por hoy hay algunas provincias que no se han integrado en la tv ni a corto plazo parece que vayan a integrarse, por ejemplo el cine de gran espectáculo sobre pantalla grande: las “guerras de las galaxias”, los “supermanes”, etc., que utilizan el argumento de la espectacularidad en pantalla macroscópica porque es algo que el televisor no puede ofrecer hoy día. Otra provincia en la cual la tv todavía no ha podido robarle al cine su espacio por razones de estructura empresarial y de criterios comerciales es el cine de arte y ensayo, el cine de autor, minoritario, de élites; dado que la tv se fundamenta en un público muy heterogéneo, de grandes masas, muy indiferenciado, generalmente produce mensajes poco selectivos. Otro segmento donde la competencia tv y cine no se produce, por lo menos en las condiciones actuales, es la pornografía. Hay cine pornográfico porque no hay tv pornográfica, si la tv vehiculase pornografía el cine dejaría de darla. Esto, naturalmente, puede cambiar, porque también la pornografía se comercializa en Super 8 y en vídeo, formas de consumo doméstico, pero aún no al punto de permitir que exista un mercado de consumo público, en grandes salas de pornografía. En fin, hoy hay una clara división de mercados y de funciones entre el cine como industria del espectáculo y la tv. En cambio lo que ha desaparecido del cine, claro está, es aquél tipo de película media que existía hace treinta años, de tiros, de aventura, de serie B, ésta desaparece porque justamente el telefilm es lo que está ofreciendo por tv.

¿Crees que el vídeo relevará al cine como espectáculo que agrupa a un número determinado de gente en una sala oscura, o crees que generará una fórmula específica de espectáculo?

Creo que a largo plazo el futuro de la imagen fotoquímica está muy comprometido. El vídeo tiene una característica técnica que tu conoces muy bien y es la baja definición de imagen. En estos momentos la definición de la imagen fotoquímica es aproximadamente tres veces superior a la imagen electrónica. He leído hace poco que una casa japonesa va a sacar una imagen electrónica con mil y pico líneas, pero tienen que alcanzarse las dos mil, o dos mi y pico líneas (que parece que a título experimental ya se han conseguido), para que a partir de entonces la imagen fotoquímica desaparezca del mercado.

La tv tiene dos ventajas fundamentales para el ciudadano, reales o aparentes ventajas, que son la domesticidad y la gratuidad: las dos ventajas que ha permitido que el público o gran parte del público prefiera esta imagen de baja definición, fría, etc., la prefiera a la imagen cinematográfica, que es macroscópica y que es un medio de comunicación caliente como distingue Mc Luhan. Con todo, la tv tiene un problema que casi podemos decir de higiene mental. El consumo muy prolongado de tv en casa acaba generando desconexión social. La tv no es un medio socializador en la medida en que lo es asistir a un espectáculo público y coparticipar con la comunidad. Fíjate que por ejemplo el éxito de las películas de gran espectáculo en gran parte se debe a este sentimiento de liturgia colectiva. Este fenómeno de participación emocional, que es muy vivo, de sentirse parte de la comunidad, esto la tv no lo aporta y justamente éstos son los factores por los cuales ha triunfado y triunfa el gran espectáculo. La tv es tan consciente de esta carencia que ha inventado el recurso de las risas pregrabadas que acompañan a muchas comedias.

La inmediatez, economía, etc., del vídeo ¿condiciona sicológicamente al cámara o al director de cine a enfrentarse a la realidad de una forma más documentalista?

Por supuesto, por supuesto. No sólo hay este factor que tu señalas, la inmediatez, poder repetir o borrar, sino que hay otro factor que se valora poco generalmente y es esencial, que es el problema de la luz. Con una iluminación como la que hay en esta sala, que es escasa, puedes meter la cámara de vídeo y queda perfecto; en cambio si utilizas soporte fotoquímico tienes que reforzar la luz ambiente con focos, has de manipular la realidad para que sea registrada por la emulsión. Evidentemente el vídeo tiene inherente, por su tecnología, por su alta fotosensibilidad, etc., unas condiciones que le hacen óptimo para el registro de la realidad. La duración de las bobinas en cine es 10 minutos como máximo, en cambio en vídeo puedes tener una hora de cinta. En fin, hay una serie de ventajas que hacen que la tecnología vídeo sea una tecnología especialmente adecuada para uso documental.

Parece que la estética o textura de la imagen electrónica se empieza a utilizar como recurso estético –por ejemplo “Lighting over water” ¿qué puedes decir al respecto?

Arrabal lo utilizó en “Viva la muerte”. La primera película de largometraje que se exhibió en cines, que se rodó en vídeo, me parece que es del año 1971. Osea que hace años que se trabaja con esta idea. Igual que la fotografía un día descubrió (cuando tuvo solidez técnica) que la “imperfección” podía ser estéticamente rentable, entonces se empezó a hacer fotografías con grano grueso, con trama, porque la “perversión” estética del medio es una opción que puede ser positiva. Con el vídeo pasa lo mismo, pero de momento tiene un problema, y retomo lo que he dicho antes y es que la definición de vídeo todavía es baja. El vídeo tiene que conseguir sus dos mil líneas por lo menos para que podamos utilizar la trama ya realmente como virguería, ahora la trama es un atributo inherente a la imperfección del medio.

Tv, sobre todo en los telefilms, utiliza muchos primeros planos ¿tiene esto algo que ver con el tamaño de la pantalla?

Si, claro. El tamaño de la pantalla condiciona el tamaño que ocupa la imagen en la retina. Evidentemente tu puedes aumentar el tamaño retinal acercándote a un palmo del televisor, pero si te acercas se acentúa y aumenta la imperfección de la imagen, se evidencia la poca densidad de la trama, se hace más visible. Por consiguiente, el problema de los primeros planos yo diría que obedece a un principio, y es que la imagen televisiva, debido a la baja definición electrónica de la misma, ha de de tener unas condiciones óptimas de legibilidad. Composiciones barrocas, claroscuros, composiciones en profundidad, con personajes al fondo, son afuncionales para la estructura de la imagen televisiva. La imagen en tv requiere una imagen nítida, clara, altamente legible, el primer plano es óptimo y si además éste tiene un contraste cromático entre el primer término y fondo pues aún mejor. Todas las leyes que gobiernan la percepción visual están en función de la máxima legibilidad y del mínimo esfuerzo óptico del espectador por razón de esta imperfección del medio.

¿Crees que el telefilm ha influido en el lenguaje del cine comercial?

En el cine comercial y en la sensibilidad de nuestros jóvenes, ¡la ha arruinado! Yo que soy profesor de historia del cine tengo alumnos de veinte años que se han educado fundamentalmente en el consumo del telefilm de serie y ¡claro! les paso una película muda, una película de los años veinte, de las que yo recuerdo cuando era joven que para mi eran películas maravillosas y que tenían esa magia, esa poética de la imagen, ese tempo lento del cine mudo. Entonces, para estos chicos que se han educado en la narrativa ultrasintética y ultraacelerada y trivial del telefilm, esas películas les parecen soporíferas, porque las cosas tardan mucho en pasar, porque hay redundancias, porque en definitiva se han maleducado con el telefilm de serie. El telefilm ha influido no únicamente en la estructura del cine, lo cual es obvio: elipsis brutales, economía narrativa, etc., sino que ha influido arruinando la percepción del público, fundamentalmente del público joven, incluso del público joven que estudia cine.

Notas: (1) Sobre este tema Roman Gubern tiene editado “Crítica de la utopía comunicacional capitalista”, en el que hace un análisis crítico de esta utopía que los tecnócratas de la comunicación de masas de América han planteado en base a la electrónica.

Julian Álvarez. Barcelona, 15 de junio de 1981.

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